Silencio para Morante de la Puebla con un complejo primero que embistió sin uniformidad

 Abre la corrida del Domingo de Resurrección un toro serio, amplio, con cuerpo. Sardo, con cuello, buenas hechuras, ligeramente montado. Tiene cuerpo el toro de Hnos. García Jiménez. Aprieta hacia adentro el toro, lo que imposibilita el recibo a la verónica de Morante de la Puebla. Deja el sevillano tres lances muy asentados, con la figura muy relajada, aprovechando el viaje del astado. Arrolla mucho al toro y hace caso omiso al capote de Morante de la Puebla. Se libra de milagro. No tiene uniformidad el astado en las primeras embestidas. Hay cierto desconcierto durante la lidia, con varios capotazos. Se hace cargo de la lidia Curro Javier con tres lances muy templados, para dejar al toro en el tercio. No se emplea en la segunda vara. Galopa el toro en el tercio de banderillas, donde destaca Curro Javier con dos grandes pares de banderillas. 

Muleta: Comienza Morante de la Puebla la faena de muleta con muletazos de tanteo por ambos pitones. Mantiene el toro su movimiento y su uniformidad, con embestidas de diferente ritmo. Una primera serie en el tercio sobre la diestra muy templada y ceñida. Embiste el toro por momentos con humillación. Molesta el viento y en los terrenos del tercio el toro pesa, no se termina de soltar. Mejor siempre en los terrenos paralelos a tablas. Sin embargo, sale el toro a media altura, perdiendo celo. Coge la espada. Pinchazo sin pasar y sin soltar. Estocada baja. 

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